La cocina de Oriente Medio es una verdadera fusión de sabores ricos y variados, influenciada por siglos de intercambios culturales y tradiciones ancestrales. Se basa en ingredientes simples pero sabrosos, como las verduras frescas, el arroz, el bulgur, las legumbres, el aceite de oliva y las hierbas aromáticas como la menta y el cilantro. Las especias, como el comino, la canela, la cúrcuma y el pimentón, desempeñan un papel central, aportando una profundidad única a los platos.
Los mezzés, como el hummus, el tabulé y los falafel, son imprescindibles en esta cocina, ofreciendo una variedad de pequeños bocados para compartir. Las carnes a la parrilla, como el kebab y el shawarma, así como los platos guisados como el kouskous y el maklouba, también son muy populares. Todo esto suele acompañarse con salsas a base de yogur o tahini, creando una experiencia gustativa que es a la vez fresca y rica. En resumen, la cocina de Oriente Medio es una celebración del compartir, la convivencia y los sabores naturales.