La cocina india es increíblemente variada, reflejando la diversidad cultural y geográfica del país. Se distingue por el uso generoso de especias como el cúrcuma, el comino, la cilantro y el garam masala. Entre los platos emblemáticos, encontramos el curry, preparado con una base de especias, verduras, y a veces carne o pescado, y el dal, una sopa de lentejas. El biriyani, arroz especiado mezclado con carne o verduras, es muy popular.
Los panes como el naan, el chapati o el paratha suelen acompañar las comidas. En el sur, los dosa (crepas de lentejas) y los platos a base de coco y tamarindo, como el sambar, son comunes. Los vegetarianos encuentran una gran variedad de opciones con platos como el paneer tikka (queso a la parrilla) y el aloo gobi (papas y coliflor especiadas).
En cuanto a los postres, el gulab jamun (bolitas dulces en jarabe) y el kheer (arroz con leche) son imprescindibles. La cocina india se caracteriza por su equilibrio entre dulzura, especias y frescura, y cada región ofrece especialidades únicas.