La cocina americana es el reflejo de una rica historia, influida por oleadas de inmigración que muestran diferentes sabores culinarios. Cada región ofrece una cocina que cuenta una historia.
Norteamérica
La diversidad culinaria de Norteamérica se ha visto profundamente influida por las oleadas de inmigración. El Sur ofrece soul food y comfort food, con platos como pollo frito y macarrones con queso, mientras que Texas destaca por su barbacoa. Las costas Este y Oeste ofrecen una gran variedad de mariscos, y ciudades como Nueva York presentan cocinas internacionales como la pizza y los bagels.
Canadá tiene una cocina arraigada en las tradiciones francesa y británica, sobre todo en Quebec, donde la poutine (patatas fritas cubiertas de requesón y salsa marrón) es un plato emblemático. Los platos típicos suelen basarse en el salmón o la caza, un recordatorio de la importancia de los recursos naturales del Lejano Norte.
Canadá
Estados Unidos
América del Sur
La cocina de Sudamérica refleja la diversidad cultural y geográfica del continente. Cada región aporta sus propios sabores, técnicas culinarias e ingredientes, influidos por las tradiciones indígenas y la herencia colonial europea. Los ingredientes básicos son el maíz, la mandioca y varios tipos de carne, a menudo a la parrilla o guisada.
Los platos típicos varían de un país a otro: el ceviche en Perú, la feijoada en Brasil y el asado en Argentina son algunos de los más conocidos. La cocina sudamericana suele hacer hincapié en la convivencia, compartiendo las comidas con la familia y los amigos.
Los sabores van desde las especias suaves a los platos más picantes, y el uso de ingredientes locales como patatas, frutas tropicales y pescado confiere a cada plato una identidad única.
Argentina