La cocina de los Estados Unidos es rica y diversa, influenciada por las numerosas culturas que conforman el país. Entre los platos emblemáticos se encuentran la hamburguesa, el hot dog y las costillas, a menudo preparadas al estilo barbecue. Los pancakes con tocino son imprescindibles para el desayuno, mientras que el mac and cheese es un clásico reconfortante. Cada región tiene sus especialidades: el clam chowder en Nueva Inglaterra, el gumbo y el jambalaya en Luisiana, o el tex-mex en el suroeste. Los postres, como la tarta de manzana, el cheesecake o las cookies, reflejan el amor de los estadounidenses por los dulces. La cocina estadounidense es una mezcla de influencias locales e internacionales, que encarna la diversidad del país.